La tensión sexual en una novela romántica debe estar presente desde la escena del encuentro inicial de los protagonistas. No podemos introducirla a mitad de la historia, pues perderíamos la efectividad del chispazo inicial.
¿Qué es el chispazo inicial?
Es esa sensación inconfundible de que el mundo se ha detenido y las personas a nuestro alrededor se han esfumado.
Solo queda un pequeño espacio en el universo. Apenas lo justo para que quepan dos.
Cuando el chispazo inicial se produce siempre es intenso. Pero se trata de una intensidad que arde y se consume en el momento.
Si no existe un segundo encuentro, es probable que tanto él como ella se olviden completamente y para siempre el uno del otro.
¿Cuántos de estos chispazos habremos experimentado en nuestra vida sin siquiera detenernos a pensarlo?
Solo dejan marca aquellos chispazos que acaban en fuego.
En una novela romántica, a diferencia de la vida, tenemos la garantía de que habrá un segundo encuentro (tal vez por eso nos gustan tanto).
Pero debemos dejar en claro que ese primer chispazo efectivamente se ha producido. Mostrárselo al lector con pelos y señales.
Usar las palabras para crear un aura alrededor de los personajes. Emplear cada verbo para enredarlos y cada adjetivo para amplificar sus sentidos.
Porque lo que estamos describiendo no es una certeza racional, es un reconocimiento fugaz pero muy profundo.
Presta mucha atención a las señales del cuerpo.
La respiración, los colores y temperaturas de la piel, el brillo de los ojos, la sequedad o humedad excesiva de la boca y los labios. Los temblores, los aromas, los sonidos.
Todo cuenta.
Cada sensación es absorbida por nuestros protagonistas en ese momento de extremo reconocimiento.
La tensión se ha establecido.
Pero no podemos detenernos en ese primer chispazo. Debemos ser capaces de crear tensión a lo largo de toda la novela.
Aquí nos enfrentamos a una dificultad mayor. Ya no podemos limitarnos a explorar las sensaciones iniciales, pues ahora éstas se dan por sentadas.
Ya no son una novedad para el lector.
Para que vuelvan a saltar las chispas, esta vez debemos echar mano a una herramienta más sofisticada.
Pero eso lo veremos en el próximo artículo.
Mientras tanto puedes ver el siguiente vídeo con algunas ideas para crear tensión sexual en tu novela romántica.