martes, 22 de enero de 2013

CONSEJOS PARA LA MODA AUSTERIANA

Por Loly P.
 
 
Enero 28, 1813.
Londres

Queridas damas de la sociedad inglesa de este buen año de 1813. Sería mucho pedir que los sastres de la French parasen por un tiempo de modificar la moda de le femme en honor a esta cansada y atribulada modista de Londres.

Pero es mucho pedir, amadas señoras, por lo que es de mi intención ayudarlas a saber cumplir con los modestos dictados de la moda centrándome en un especial cuidado en instruir a nuestras más jóvenes flores de nuestro jardín que pronto harán su debut; con lo que veré de gran interés incluir nociones para el vestir del buen marido.

Como dama de alta andadura en estos menesteres solo puedo decirles que comenzaré con las féminas, principal razón de este merecido manual que sin duda le ayudará a más de una a cumplir debidamente en los respectivos eventos de sociedad.

Son tiempos de grandes cambios en nuestros amados armarios, y es por ello que debemos tener siempre presente el conocer los tejidos de nuestras adoradas prendas con el fin de saber tratarlas como las joyas que son.

Los tejidos que se llevan para esta temporada serán en primer lugar el algodón, imprescindible para dar un paseo en Piccadilly en un buen día de sol. No olvidar un elemento indispensable como es el chal de cachemira para los días más fríos de nuestra amada tierra. Dejaremos para las reuniones en sociedad la muselina, una tela fresca y elegante que junto a unos guantes largos dará un toque de distinción.

En cuanto a las formas, queridas damas, recordar que las cinturas altas que tanto adoran los modistos franceses quedarán bien definidas con un bello adorno bajo nuestros firmes pechos, cubriendo siempre la parte correspondiente al final del corpiño bajo nuestro pecho y nunca más abajo. En cuanto al adorno es a buen gusto aconsejar un sencillo lazo para los días más relajados, sin olvidar que el color debe estar en armonía con nuestro tono de piel; ya que el escote, tanto si es redondo o cruzado, no deberá parecer el eslabón perdido entre nuestra cintura y nuestro cuello.

Para los cabellos, aconsejo recogidos con elegantes tirabuzones que estilizan la belleza al más puro estilo grecque, que podremos adornado con cintas y otras chucherías que las mujeres vemos bien en ponernos, aunque más de una vez he gritado de terror al ver alguna que otra dama con sobrecargados adornos a fin de llamar la atención. Algo que ciertamente lograron a coste de mi horrorizado corazón.
 


Para el buen vestir masculino, estos tiesos y presumidos sastres ingleses han sabido demostrar a los recargados franceses que la moda del buen galán es sin duda de origen inglés.

Han sido bravamente criticados nuestros hombres vestidos con colores sobrios, pero quien no sería sobrio frente a un papagayo francés.

No hay nada más bello a ojos de una dama que precie su vista, que un caballero bien vestido. Y bien cierto que es este hecho que expongo, pues estando tomando un té –permítanme la aventura- en casa de mi buena amiga escuché que dos de los caballeros más preciados por la sociedad londinense abandonaron Londres para pasar una breves días en las afueras de la atribulada ciudad. No diré sus nombres a modo de respetar su identidad, aunque más de una dama sabrá a quienes me refiero.

Como bien dijo una sabía dama “es una verdad mundialmente reconocida que un hombre soltero, poseedor de una gran fortuna, necesita una esposa”; por lo que jóvenes damas no desperdicies la ocasión de conocer los buenos dictados de la moda masculina.

No hay nada más perfecto que un hombre vestido elegantemente con frac de paño que tan elegante hace la figura masculina, sin olvidar que deberá ser del mismo color que los pantalones que a buen acierto han tenido de imponer.

Frente a la sobriedad del traje hay que destacar los caprichos masculinos, tanto en colores como en bordados, que los caballeros consideran imprescindibles para sus adorados chalecos.

Recordar, para cuando seis abnegadas esposas, que la ropa de un hombre respetable ha de estar siempre impecable, partiendo desde el pañuelo que tan elegantemente adorna su cuello, como las botas o zapatos que terminan su atuendo.
 



Loly P.


NOTA DE LA AUTORA

En la web podréis encontrar información sobre la moda durante la época de Jane Austen. Os aconsejo los siguientes términos para utilizar en el buscador:

  • Orgullo y Prejuicio, vestidos y peinados.
  • Moda durante la Regencia.
  • Moda Neoclásica.
  • Moda Época Imperial.



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