Según la Wikipedia, la
época victoriana de la historia del Reino Unido, marcó la cúspide de la
revolución industrial y del imperio británico. Aunque esta expresión se usa
comúnmente para referirse al extenso reinado de Victoria I (20 de junio de 1837
— 22 de enero de 1901), algunos académicos anticipan que el período comenzó
gracias a los profundos cambios culturales y políticos que se dieron después de
la promulgación del Acta de Reforma de 1832. Históricamente, esta etapa fue
precedida por la Regencia y continuada por el período eduardiano.
La novedad de la época, es que la
sociedad abandonaba la ruralidad. En 1851 y por primera vez en la historia, los
habitantes de las ciudades sobrepasaron a los rurales. Se generó la revolución
del transporte, con el tren y el barco a vapor, eso aumentó la producción de
hierro y carbón, por tanto, las zonas donde se explotaban dichos materiales
rápidamente se transformaron en ciudades.
Esa época coincidió con la inmigración
británica hacia América del Norte. EEUU mejoro su nivel económico y social y la
construcción de casas tuvo gran auge. Ejemplos notables de la arquitectura
victoriana se pueden ver actualmente en ciudades como Boston (en el distrito de
South End), Saint Louis, Galveston, San Francisco, Los Ángeles, Glasgow,
Melbourne, entre otros.
La sociedad victoriana,
caracterizada por su arrogancia y creencia en el control del mundo, era bien
amanerada y educada, detallista e impertinente en el saber. Esa rigidez moral influyó
en cada uno de los escenarios de la vida, como en la arquitectura. El buen
burgués soñaba con el orden absoluto, con una sociedad donde las emociones y
los sentimientos debían ocultarse, con ese concepto idearon residencias con
espacios bien definidos, delicadamente ornamentados y privados.
El estilo arquitectónico victoriano
está lleno de variaciones, que pueden reconocerse por las formas de los
aguilones en el extremo de los techos, los dinteles, alfeizares, bordes de
ventanas, tipo de cerámica, mezcla de colores en los ladrillos de las paredes, las
sillerías y en la decoración en general de la fachada. Están llenas de extensiones
y detalles ornamentales, como escaleras de madera tallada, porches octogonales,
complejos diseños de tejados y vidrieras, chimeneas, galerías, torres y
rincones especiales para lectura.
Estilo Clásico
Estilo Gótico
Reina Ana
Segundo Imperio
Según el artículo publicado por
el arquitecto D. Pino,
los planos de este tipo de vivienda suelen estar administrados de la siguiente
manera: en la planta baja destaca el salón principal con chimenea y ventanales
con diferentes vistas al jardín, un despacho o biblioteca con su baño, un salón
para desayuno y otro para comer y cenar, y una cocina espaciosa con acceso a la
cochera (para que las compras no tuvieran que llevarse a la casa por el salón
principal), al cuarto de aseo y al de lavado.
En la planta superior están
ubicados los dormitorios y cuartos de juego, las casas más lujosas poseen baño
para cada habitación; las comunes poseen un baño para todos, menos la
habitación principal que posee su cuarto de baño particular.
Muchas de estas casas poseen
buhardillas como ático de depósito, o para habitaciones adicionales, ya sean
dormitorios o salones de lectura o juegos. En la época victoriana la educación
se impartía en las casas, pero se procuraba mantener a los niños lejos del área
donde los adultos se reunían o descansaban, para que sus gritos y parloteos no
molestaran, por eso, los salones de clase y cuartos de juegos solían ubicarse
en las buhardillas.
Los detalles en la decoración
suelen ir de la mano con la arquitectura y buscan reflejar el mismo período. Se
pueden apreciar zócalos de madera altos, empapelados de flores o rayas
verticales, combinados con la tapicería de los muebles y la tela de las
cortinas, así como luces bajas, alfombras, candelabros, jarrones y óleos de
imágenes antiguas, etc.
Este tipo de residencia no solo
representa un excelente escenario para ambientar novelas históricas, sino
también, novelas contemporáneas. La belleza y delicadeza de épocas pasadas
combinada con el dinamismo presente, crean ambientes sobrios, melancólicos y
llenos de estilo, capaces de fortalecer el romanticismo o el misticismo de
nuestras historias, y la nutren con anécdotas y detalles interesantes. Anímense
a desarrollar obras en estos escenarios.
Feliz fin de semana.
Jonaira Campagnuolo
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