VARIEDADES
Por Kristel Ralston y Sianny McKay©
El género romántico es uno de los más vendidos de la industria editorial, muy a pesar de prejuicios y juicios a los que se ha visto sometido. Representa ganancias de billones de dólares para las compañías dedicadas a la caza de nuevos talentos, producción y edición de libros, cuyas portadas se vuelven cada vez más atractivas, delicadamente trabajadas y por qué no, provocadoras y sensuales.
La industria actualmente se preocupa mucho más, no solo por brindar mejor calidad de producción gráfica, sino también en la narrativa, para mantener a sus más adeptos lectores, y atraer nuevos seguidores.
La industria actualmente se preocupa mucho más, no solo por brindar mejor calidad de producción gráfica, sino también en la narrativa, para mantener a sus más adeptos lectores, y atraer nuevos seguidores.
Las cifras no mienten, el género romántico es el más fuerte del mercado literario. Por ejemplo. De acuerdo a Business of Consumer Book Publishing 2013, las ventas generadas en el 2012 en romance de ficción fueron de USD 1,438 billones de dólares, y se estima que para este año cierren en USD 1,350 billones de dólares. El género romántico fue además el que ocupó más posiciones en la lista de los best-sellers en el 2012, entre el New York Times, USA Today y la lista de los más vendidos PW, según un reporte publicado en el sitio web de Romance Writers of America*. En Norteamérica abarca el 16.7% del total del mercado literario, siendo este el porcentaje más alto en comparación con los demás géneros. Interesante considerar que en Estados Unidos el número de habitantes es de aproximadamente 316.000.000 millones de personas.
La novela romántica con sus tramas inteligentes, diálogos ingeniosos y personajes inolvidables, se consolida cada día más gracias al trabajo y talento de escritoras que no solo desarrollan su oficio estupendamente, sino que si bien escribir puede ser su afición o profesión, poseen paralelamente, en muchos casos, una sólida preparación académica. Muchas autoras tienen, además de su talento para narrar, maestrías en historia, literatura inglesa, economía, etc., adquiridas en prestigiosas universidades. Los doctorados en materias diversas no están fuera de la liga de autoras de romance.
Las escritoras del género también son ávidas lectoras, pero sobre todo soñadoras que nunca dejan de trabajar para ofrecer a sus lectores un excelente manuscrito. Gracias a la tecnología, las autoras tienen acceso a más lectores de distintos puntos geográficos que descubren el atractivo y seductor mundo del género romántico. Es fantástico poder disfrutar la profundidad de las tramas de Lisa Kleypas, la fuerza narrativa de Danielle Steel, la destreza de la pluma de Nora Roberts, la recreación de la Regencia de Julia Quinn, los inolvidables protagonistas de Elizabeth Lowell, los diálogos ingeniosos y sexys de Susan Elizabeth Phillips, las vívidas descripciones de Michelle Reid, o las escenas eróticas de Mónica McCarty, etc.
El consumo de novela romántica en Iberoamérica comenzó a crecer a pasos agigantados después del 2006, cuando diversas autoras decidieron dejar de lado el decoro y comenzaron a mostrar portadas más provocativas en sus libros, sin importar las miradas curiosas e indiscretas.
Las plataformas digitales están tomando fuerza con mucha celeridad en este 2013, consiguiendo vender historias prometedoras que no solo estimulan las mariposillas en el estómago y vuelcos en el corazón, sino que dejan entrever el gran trabajo investigativo detrás de una novela histórica, la creatividad en la prosa paranormal, el humor del chick-lit, la agudeza en las contemporáneas; en cada uno de los subgéneros no falta el toque de pasión, ternura y erotismo.
Las plataformas digitales están tomando fuerza con mucha celeridad en este 2013, consiguiendo vender historias prometedoras que no solo estimulan las mariposillas en el estómago y vuelcos en el corazón, sino que dejan entrever el gran trabajo investigativo detrás de una novela histórica, la creatividad en la prosa paranormal, el humor del chick-lit, la agudeza en las contemporáneas; en cada uno de los subgéneros no falta el toque de pasión, ternura y erotismo.
Se puede volver un poco difícil la elección de una novela a la hora de leer, y esto se debe a la variedad de subgéneros que atraen nuestra mirada en las estanterías románticas, como por ejemplo: Old West, Chick-lit, Medieval, Time-travel, Sentimental, Erótico, Regencia, Victoriana, Jeques, Suspense, Paranormal. Los más aclamados y leídos: Regencia (aquellas que esperan a su príncipe cabalgando un semental), Chick-lit (quienes prefieren situaciones light e hilarantes, con el héroe al volante de un Mercedes Benz), Paranormal (para los amantes de lo desconocido y misterioso), y Contemporáneo (una mezcla de realidad, humor y ocurrencias que puede ocurrirle a cualquiera).
El género romántico no se inclina solamente a las mujeres; muchos hombres lo consumen (que no lo digan abiertamente es distinto), y otros, las escriben (Nicolas Sparks, Sidney Sheldon, Sylvain Reynard, etc). Las historias románticas se convierten en aliadas maravillosas para entretener y envolvernos en una trama trepidante y cautivadora, utilizando pinceladas apasionadas, hilarantes y esperanzadoras, pero especialmente nos ofrecen una historia bien construida que merece la pena nuestro tiempo de lectura.
Las iberoamericanas somos muy eclécticas al momento de señalar el perfil de los protagonistas, los preferimos con carácter, personalidad e independencia. En el caso de la heroína, por ejemplo, detestamos verla como solían presentarla hace muchísimo tiempo atrás: sufrida, dependiente y sometida. Nos decantamos por un concepto más moderno en el género romántica, tanto del rol de la mujer como del hombre; queremos un equilibrio, romanticismo y pasión.
Nosotras buscamos una trama en donde se evidencie una evolución de los personajes, así como la ruptura de los problemas que vive actualmente nuestra sociedad: temor al compromiso, el desmedido orgullo y el egoísmo. Queremos ver conjugar los ingredientes necesarios que hacen de una novela romántica, en cualquier subgénero, un deleite a nuestra imaginación, una reflexión a nuestra realidad y un impulso a nuestros sueños. Dejémonos seducir entonces, sin reparos, por este guiño literario romántico cargado de buena narrativa y toques de fantasía.
Nosotras buscamos una trama en donde se evidencie una evolución de los personajes, así como la ruptura de los problemas que vive actualmente nuestra sociedad: temor al compromiso, el desmedido orgullo y el egoísmo. Queremos ver conjugar los ingredientes necesarios que hacen de una novela romántica, en cualquier subgénero, un deleite a nuestra imaginación, una reflexión a nuestra realidad y un impulso a nuestros sueños. Dejémonos seducir entonces, sin reparos, por este guiño literario romántico cargado de buena narrativa y toques de fantasía.
Nos leemos la próxima semana.
Cheers.
@KristelRalston
*Fuente de información tomada del portal de Romance Writers of America
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