viernes, 5 de abril de 2013

Herramientas para la creación de personajes creíbles




Lo que permite que una historia sea HUMANA (real, creíble), son los SERES HUMANOS. La forma en que trasmiten sus sentimientos, emociones, acciones, pensamientos, etc., es lo que le da coherencia a la trama.

Ellos necesitan un pasado, un presente y un futuro, pero también gustos, ideas, pasatiempos, formas de reaccionar, etc., como lo poseemos todos los seres humanos en la vida real. El escritor debe conocer cada detalle de su personaje para poder dotarlo de una personalidad sólida y que sus acciones vayan en consonancia con ese temperamento elegido.

Si yo dibujo al inicio de la historia a un protagonista arrogante, severo y seguro de sí mismo, pero a la mitad de la novela, y sin razón alguna, lo pongo a llorar como un niño malcriado solo para que mi heroína sea vista como la única capaz de doblegar a la fiera, el lector no me creerá, se enfadará y dejará el libro de lado.

Un personaje debe actuar de acuerdo a la personalidad que le damos. No podemos transformarlo, a menos, que ocurra un hecho de fuerza en la historia que justifique su comportamiento. A esos “hechos” podemos denominarlos “cumbres”, un personaje debe pasar por un sinfín de situaciones que lo lleven a una cumbre y allí, caer irremediablemente al lado contrario.

Por ejemplo, el caso de Anakin en “La guerra de las galaxias”, el personaje tuvo una vida accidentada que lo llevó a cuestionarse sus propios principios y dudar de las personas que lo rodeaban, incluso, del que consideraba el amor de su vida, para transformarse en Dark Vader, el villano de la trilogía original. Durante esa primera trilogía el personaje volvió a vivir un sinfín de situaciones que lo llevaron a conocer y enfrentarse a Luke, el protagonista, e intentar transformarlo confesándole una verdad que puso en vilo la historia, pero al final, ese hecho fue el detonante para que su propia personalidad cambiara y tomara las decisiones que dieron fin a la obra.

Observar el cambio progresivo en la actitud de un personaje es muy bonito, y el concepto de “maduración personal” es maravilloso en historias largas y realistas donde el/la protagonista tengan que vivir aventuras y deban conocer a personas que modifiquen su carácter.

Para lograr ese efecto debes preguntarte ¿por qué es así? Si es ermitaño, ¿qué lo empujó a comportarse de esa manera? (cumbre pasada) Ese conocimiento te ayudará a comprender por cuáles situaciones debe pasar para dejar de lado ese comportamiento (cumbre futura).

Antes de que el personaje comience su camino a su “cumbre futura” debe surgir un detonante que lo empuje a deshacerse de lo logrado en la “cumbre pasada”. Una novela tiene su razón de ser cuando alguien decide hacer algo, cuando surge un cambio en la realidad. Es allí cuando inicia una nueva trama.

Mi protagonista es una mujer feliz, siempre lo ha sido, tiene familia, casa, dinero, una posición social sin ninguna mancha, pero algo falta, o algo sobra, algo le quitan o le dan algo de más. Eso trae consigo un cambio (cumbre pasada), y con él, una modificación de la personalidad, porque ella debe adaptarse a esa alteración. Por ejemplo: sus padres mueren, o llega un hombre atractivo a su vida, o se gana un viaje a una isla caribeña infectada por zombis, etc. Sea cual sea la razón del “cambio” ella debe tener una “actitud” nueva, para enfrentar el hecho y la lleve a una dirección definida (cumbre futura). En el caso de la muerte de los padres, ella debe plantearse aprender a vivir de forma independiente; en el caso del hombre atractivo, le puede nacer una firme intención por conquistarlo; y en el de la isla llena de zombis, ella decide sobrevivir o eliminar la plaga. Así, sin darnos cuenta, se nos crea un argumento básico que luego, podemos amoldar. Por supuesto, esas metas pueden cambiar con el avance de la historia, pero, al menos, tendremos la posibilidad de un comienzo.

Para ayudarnos a plantearnos las metas del personaje (los motivos que darán inicio a la historia), Lilly Cantara, en el artículo Arco dramático de un personaje de novela (http://www.escriberomantica.com/2011/06/personaje-novela-romantica.html), nos explicó que un personaje debe tener:


1) Una meta a largo plazo. Un deseo que lo impulse a cambiar su vida actual para alcanzar la felicidad, aunque tenga que sacrificar algo de valor personal durante el proceso.
2)  Algo que se interponga entre el personaje y su meta. Para que haya una historia qué contar, debe haber algo que obstaculice las pretensiones del protagonista.
3) Un motivo de riesgo. Para crear mayor tensión, la meta del personaje debe ser algo sumamente importante para él, que amerite sacrificar hasta su vida por alcanzarlo.
4) Una fortaleza principal. Esa característica propia que lo ayudará en los momentos difíciles a superar las adversidades.
5) Una debilidad principal. El elemento que detiene su avance (miedo, inseguridad, prejuicio, aversión, tendencias autodestructivas o sentimientos negativos, etc.). “Para máxima eficacia, esta debilidad debería ser la que contracara a la fortaleza o la meta de largo plazo de tu personaje. Esto crea una situación de ironía dramática: aquello que desea es justamente aquello con lo que no sabe lidiar emocionalmente; aquello que constituye su fortaleza principal también es la fuente de sus problemas”.


Al tener una descripción global del personaje (física, psicológica, pasado, presente y sus metas) el desarrollo de la historia fluirá con mayor eficacia. Garantizas la credibilidad de tu historia, y lograrás que el comportamiento de tu personaje esté en consonancia con su forma de ser y con las situaciones que modificaran su actitud.

En el blog Libros que Muerden, encontré un post interesante, con 100 preguntas que un autor debería hacerle a su personaje antes de trabajar sobre él, para conocerlo a la perfección. Las preguntas están centradas en sus datos básicos, sobre su infancia, influencias pasadas, creencias y opiniones, relaciones con otros, gustos y desagrados, imagen personal, entre otras. Aquí tienes el enlace con las preguntas: http://libroskemuerden.blogspot.com/2009/02/100-preguntas-que-un-escritor-deberia.html

No dejes de leer tampoco la entrada: 5 tips para crear personajes memorables (http://www.escriberomantica.com/2010/08/5-tips-para-crear-personajes-memorables.html) allí podrás encontrar más herramientas de trabajo.

¡Feliz fin de semana!
Jonaira Campagnuolo
http://desdemicaldero.blogspot.com

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2 comentarios:

  1. Impecable! estoy poniendolo a prueba en este instante
    mil gracias!!! :)

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  2. Muy bien dicho @jonair " Una meta a largo plazo. Un deseo que lo impulse a cambiar su vida actual para alcanzar la felicidad, aunque tenga que sacrificar algo de valor personal durante el proceso."

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