lunes, 4 de junio de 2012

Traductores en la Novela Romántica



¿Sabes quién es el traductor de los libros que lees?

Bueno, yo lo practico después de una mala experiencia con una novela de Charlotte Brontë. El libro está compuesto por cantidades enormes de errores vergonzosos y no es necesario ser un gurú en la materia para identificar palabras mal escritas, signos de puntuación perdidos, oraciones sin sentido...en fin,  apostaría que Charlotte Brontë debe estar revolcándose en su tumba por la ingratitud que hicieron a una de sus mejores obras Jane Eyre.

Sí, me desilusioné,  pero me hizo considerar sobre lo importante que es el trabajo del traductor, una mala percepción o palabras escritas fuera del contexto referente, puede llevarnos a desechar grandes obras y más aún, cuando traducen en épocas como la regencia, victoriana, medieval y la histórica.

Las lectoras de novela romántica somos fieles y apasionadas y si la historia nos atrapa no dudaremos en entregarnos a ella; pero señores editores, no olviden que también somos exigentes y que una mala traducción puede traer abajo su prestigio como editorial (he visto como los rumores corren por la red para avisar a las lectoras que no compren tal libro de tal editorial porque esta lleno de puros gazapos). 

No obstante, reconozco la calidad de trabajo de otras traductoras y las respeto, incluso, algunas de ellas colocan notas al pie de página facilitando detalles sobre sucesos, expresiones y aclaraciones que nos acercan al mundo creado por el autor. Les agradezco su dedicación, esmero y deferencia. 

Es por eso que hoy quiero compartir un extracto de la entrevista que le realizaron a Anna Casanovas, escritora y traductora, donde aborda el delicado trabajo del traductor y la importancia de saber captar la voz de autoras anglosajonas, una labor que, sin duda alguna, Anna logra con estilo.


Extracto de entrevista realizada por el Rincón de la Novela Romántica.

Conocer bien dos lenguas no basta para hacer una buena traducción, está claro que además hace falta dominar el material en cuestión. ¿Qué técnicas y fuentes empleas? ¿Qué preparación llevas a cabo al enfrentarte a una nueva obra? En definitiva: ¿cómo es el trabajo de un traductor?

Como bien dices, conocer bien las dos lenguas no basta para hacer una buena traducción, pero es absolutamente necesario, en especial conocer bien la lengua a la que traduces, es decir, en mi caso, el español. Evidentemente es necesario disponer de buenos diccionarios (no todas las definiciones que aparecen en internet son de fiar) y de un buen libro de gramática de la RAE. A partir de allí, y en mi modesta opinión, es vital sentir como mínimo respeto por la novela que traduces y haberla leído antes. Conocer el tono de la autora y del género puede ser también muy útil, y en el caso de novelas conectadas entre ellas, vital.

En mi caso, yo siempre me leo la novela antes, en el caso de que no la haya leído ya, y me hago un esquema sobre ciertas palabras que puedan repetirse a lo largo de la historia y que tienen relevancia en el argumento. Por ejemplo; motes cariñosos, nombres de mansiones, coches, razas, etc. Después, hago fotocopias de las páginas a traducir (no me gusta romper los libros) y me pongo a trabajar. Cada día, antes de empezar, repaso el trabajo del día anterior, y luego avanzo.

En tu opinión, ¿cuáles son los errores más comunes o los problemas en las novelas románticas? ¿Qué dificultades entraña la traducción de novelas románticas?

En mi opinión, y esta respuesta la enlazo con la anterior, los problemas de las novelas románticas por sí mismos no son distintos a los de cualquier otra novela. Es decir, el traductor tiene que tener en cuenta las peculiaridades de la época en la que transcurre la novela, como por ejemplo, en el caso de la novela romántica histórica, existen los nombres de los distintos carruajes, de las prendas de ropa, o, y aunque suene evidente, el modo de hablar entre los personajes; sería cómico que un duque le dijese a un conde, "eh, tío", y cosas por el estilo.

Otro problema, aunque en la actualidad ya casi es imperceptible, es que a veces se encargaba la traducción de una novela romántica a un traductor o traductora que no sólo no sentía respeto por el género sino que lo despreciaba, y eso se notaba, y mucho, cuando leías la novela en español.

El tema de la traducción en la literatura romántica ha sido motivo de queja durante muchos años entre las lectoras. ¿Has notado algún cambio por parte de las editoriales al abordar este tema? ¿El traductor tiene derechos de autor sobre su traducción?

Es lamentable que la novela romántica haya estado "mal" traducida durante tantos años, de hecho, uno de los motivos por los que yo me aficioné a leer en inglés y no en español fue precisamente ese. Por fortuna, tanto para los lectores como para los traductores, las cosas han cambiado durante los últimos años y confío en que sigan mejorando. La mejoría de las traducciones va ligada a la mejoría del género en general. Antes, y me refiero a hace muchos años, las traducían al peso y no se corregían. No era que el traductor no quisiese hacer un buen trabajo, sencillamente no le valoraban lo suficiente como para que invirtiese más horas (horas necesarias para hacer una traducción digna), y luego se mandaban a imprimir sin más. En los últimos años todos hemos sido testigos del cambio que han hecho las editoriales al respecto, han nacido más sellos y las ediciones son más cuidadas, pero, y es mi opinión, todavía nos falta mucho camino por recorrer. A fecha de hoy todavía no se valora igual el traductor de una novela romántica que de algún otro género, ni económica ni profesionalmente.

Sí, los traductores tenemos derechos de autor sobre la traducción. Se trata de un porcentaje que se determina por contrato con la editorial y que se calcula sobre las ventas de la novela al final del año. Es un porcentaje muy pequeño, pero sin duda hace ilusión cuando una novela que has traducido funciona bien en las librerías.

¿Cómo evalúas la traducción de novelas románticas en España y cuáles son sus perspectivas?

Actualmente en España las traducciones de novelas románticas tienen un nivel altísimo y están a la altura, en cuanto a cualidad, de las de cualquier otro género. Hay traductoras que han sabido captar la voz de una autora norteamericana y trasladarla perfectamente al español sin que se pierda nada de la obra original. Las editoriales por fin se han dado cuenta de que las lectoras y lectores del género se merecían la misma deferencia que los de otros, y actualmente las traducciones son más cuidadas y pasan por todos los filtros y por las correcciones necesarias antes de llegar al mercado. Estoy convencida de que las lectoras lo saben apreciar y espero que en el futuro las editoriales sigan apostando por el género y valoren a los traductores del mismo en la medida que nos merecemos.

En la traducción de obras literarias, ¿tienes conocimiento de que oscilen los precios dependiendo del género al que pertenezcan? Una curiosidad personal que me intriga ¿se cobra por obra, por palabras, por páginas...?

Sí, los precios varían según el género y según el idioma que se traduzca. Por ejemplo, no se valora igual traducir la novela de Steig Larsson, Los hombres que no amaban a las mujeres, del sueco al español que traducir a Lauren Child, la autora infantil de Charlie & Lola, del inglés al español.

Lo habitual es cobrar por páginas que constan de unos espacios fijados por contrato y que determina la editorial. Por ejemplo, al entregar la traducción, la editorial comunica el número de espacios que, según ellos, tiene la novela, y luego dicho número de espacios se divide por el número fijado en el contrato. Una novela de romántica puede tener 650.000 espacios, luego se dividen por el número de espacios fijados por página, 1.930 es una fórmula habitual, y tenemos que podemos cobrar 336 páginas al precio acordado.

¿Cuál debería ser el perfil de un buen traductor de romántica?

En mi opinión, un buen traductor de romántica, además de tener un profundo conocimiento de ambos idiomas, debería ser un buen lector y una persona con la sensibilidad necesaria como para respetar la historia de amor que está traduciendo y que al menos esté dispuesto a intentar trasladar los sentimientos del idioma original al español. Al menos eso es lo que yo trato de hacer cuando me enfrento a una novela.

Si la traducción, en general ,va más allá de la simple comprensión de las distintas lenguas y requiere el conocimiento previo del tema a tratar, en el caso de la traducción de una novela, y más en el género que nos ocupa cargado de emociones y sentimientos, el estilo propio del traductor suponemos que toma una importancia máxima. ¿Cómo describirías tu estilo?

Esta pregunta sí que es difícil, así que para responderla os diré que en la editorial dicen que tengo un estilo elegante, sensible y muy educado. Un día les pregunté qué querían decir exactamente con eso y me dijeron que se me daba especialmente bien traducir las escenas más eróticas y las discusiones entre los personajes. Sin embargo, la última palabra la tienen siempre los lectores y me gusta pensar que cuando alguien lee una de las novelas que yo he traducido no busca mi nombre para insultarme por haber hecho un mal trabajo. Yo sencillamente puedo confirmar que me siento muy afortunada de poder traducir novelas románticas y que siento respeto y admiración por el género y por las autoras que traduzco, e intento que eso se plasme en mi trabajo.

Y dado de que es inevitable que el estilo del traductor se refleje en la obra ¿se procura encargar la traducción de las obras de una autora a la misma persona? ¿Existen especialistas en tal o cual autora?

Sí, las editoriales intentan encargar, siempre que sea posible, las novelas de una misma autora a una misma traductora. En especial en el caso de series. No sé si pueden llamarse especialistas, pero es innegable que hay ciertas series, en especial las paranormales o las que se basan en largas sagas familiares, que es mejor que las traduzcan siempre los mismos traductores. No sólo porque ellos conocen las obras anteriores, sino también porque sería muy raro y confuso cambiar el "tono" de la serie a media entrega. Sería como cuando cambian los actores de doblaje de una serie.

En mi caso, podría decirse que soy más o menos experta en la serie Los inmortales en la Oscuridad, pues va ya por su doceava entrega y conozco los nombres de todas las razas y criaturas que ha creado Kresley Cole, además de estar al día de los entresijos que se han ido tejiendo a lo largo de todas las novelas.


Documentarse, traducir, revisar... es un arduo trabajo. Además está demostrado que la labor de un buen profesional de la traducción es fundamental para alcanzar el éxito. Sin embargo, inexplicablemente, la figura del traductor es ignorada por el público y en el peor de los casos suele saltar a la fama por incurrir en algún error. ¿Cuál crees que es el motivo de que el traductor no goce del reconocimiento que se merece? ¿Qué sentimientos te provoca ese ingrato anonimato?

Hay países en los que los traductores gozan de mucho prestigio y reconocimiento, que no fama. Por desgracia, España no es todavía uno de esos países. Desconozco cuál es el motivo, porque es evidente que la gran mayoría de novelas que se consumen en nuestro país provienen del extranjero y han sido, por tanto, traducidas. Hay algunas excepciones, pero normalmente se debe a que ese traductor es también periodista o profesional del sector audiovisual.

Personalmente creo que el traductor no tiene que hacerse famoso, pero sí que su trabajo debería ser reconocido por el sector en el que trabaja. Si el trabajo del traductor está bien hecho tiene que ser indetectable. El escritor tiene el mérito de haber creado una obra única y el traductor el de haber sabido trasladar esa obra original a otro idioma distinto. Ambos trabajos deben ser reconocidos en su justa medida y valorados como tales.

Una vez finalizado el trabajo de traducción, ¿contáis con el apoyo de un corrector que revise la obra en su conjunto o por el contrario también recae en vosotros esa labor?

Sí, evidentemente. Incluso el mejor de los traductores (y no es mi caso) comete errores. Todos tenemos manías, dejes, vicios, etc. Y todos somos humanos y nos cansamos y a veces, aunque es obvio que los traductores repasamos un manuscrito antes de entregarlo, se nos pasan cosas. Las editoriales cuentan con correctores que se dedican a repasar y corregir tanto las traducciones como los manuscritos originales para detectar todo lo que haya podido pasar por alto en fases previas y para pulir el texto y dejarlo a la altura de las expectativas de los lectores.

Qué es lo primero que se le pasa por la mente a un traductor ante uno de esos textos que no se pueden traducir. ¿Hay alguna autora en especial que sabe complicar como nadie el trabajo de un traductor?

En el caso de las autoras que yo he traducido, la que más me ha complicado la vida, y lo digo con cariño, ha sido sin duda Kresley Cole con su serie Los Inmortales en la Oscuridad. No lo digo sólo por el hecho de tener que traducir todo un mundo habitado por vampiros, licántropos, brujas y fantasmas, entre otros, sino también por el modo en que dichas novelas están escritas y por el lenguaje que utiliza en más de una ocasión. Las escenas de acción son trepidantes (gracias a la señora Cole ahora soy casi una experta en armas y en coches de alta velocidad), las escenas de sexo son muy largas y muy explícitas, y en inglés hay varias palabras que suenan mucho más "finas" que el español, así que en más de una ocasión me he pasado horas redactando una escena en concreto. Aunque, en defensa de Kresley Cole, también tengo que decir que cuando supero esas páginas más difíciles, el ritmo es mucho más rápido y trepidante que el de otras autoras.

Hay autoras que no generan tantos problemas, como por ejemplo Laura Lee Guhrke que tiene una prosa muy cuidada y de mucha calidad. Sin embargo, en algunas novelas de esta autora he tenido que contenerme para no añadir alguna frase en las últimas páginas pues me parecían declaraciones de amor demasiado cortas. Nunca he caído en la tentación de hacerlo, pero os confieso que ha sido difícil.


¿Qué autora te gustaría, especialmente, tener la ocasión de traducir? ¿Por qué?

Del género romántico, me encantaría traducir a Lisa Kleypass o a Gaelen Foley porque son dos de mis autoras preferidas, o a Connie Brocway porque me resulta muy interesante su modo de narrar. Por desgracia para mí, estas autoras tienen excelentes traductoras en España y seguro que seguirán traduciéndolas en el futuro. Fuera de la literatura romántica, me apasionaría traducir a J.K Rowling, por enfrentarme al reto de buscar el modo de traducir sus mundos de fantasía, y a Ian Mc.Ewan, porque sencillamente es un gran escritor y seguro que podría aprender mucho. Y últimamente, y seguramente se debe a mis hijas, también pienso que sería toda una aventura traducir a Julia Donaldson, una autora escocesa de libros infantiles que siempre escribe en verso.


De media, ¿cuánto tiempo te lleva una traducción y cuáles son los plazos de entrega? ¿Es posible demostrar la creatividad en estos plazos? ¿Es posible disfrutar de una obra de la que se lleva a cabo su traducción?

Depende, el plazo habitual para traducir una novela romántica rondaría los dos meses, pero la editorial puede cambiar el planning editorial y decidir adelantar o retrasar un libro. Cuando eso sucede, lo habitual es que te avisen con antelación para que todas las partes que participan en el proceso resulten lo menos afectadas que sea posible. Como en todos los trabajos, surgen imprevistos, pero si un traductor consigue mantener un buen ritmo, hay momentos en los que sí que se puede ser un poco creativo, respetando siempre el original, por supuesto.

Cuando trabajas mucho una novela y estás dos meses leyendo y releyendo lo mismo se produce, al menos en mi caso, una especie de separación entre la novela que estoy traduciendo y la novela que leí y disfruté en su día. Os pondré un ejemplo, cuando leí Dreams of a Dark Warrior (Sueños de un Guerrero Oscuro) de Kresley Cole, me gustó muchísimo, pero mientras la traducía me pareció una novela larga y con escenas muy difíciles; hay muchas escenas relacionadas con otras novelas, el personaje protagonista caía muy mal en las entregas anteriores, la protagonista femenina es también peculiar, aparecen muchas armas y escenas de acción, etc. Pero ahora que está terminada y en las librerías, he olvidado en cierto modo las dificultades que pasé y ha vuelto a parecerme una gran novela. A los que la hayáis leído, espero que el resultado final os haya gustado.


¿Cómo se lleva dedicarse a un trabajo en el que una de sus máximas es: "Aunque no haya nada incorrecto siempre habrá algo mejorable"?

En mi caso, fatal. Siempre que entrego una traducción mando un correo a la editorial explicando los motivos por los que en ciertos párrafos he tomado una decisión u otra. Y luego, cuando veo que las novelas salen a la venta me entra una especie de pánico escénico porque pienso que una escena podría haberla traducido de otro modo y cosas por el estilo. Y si vuelvo a leerme la novela en inglés, se me ocurren mil motivos para cambiar algo en la traducción.



Fuente: Rincón de la Novela Romántica.


Y ustedes ¿Qué opinan sobre la traducción de la novela romántica? ¿Han tenido alguna experencia similar  a la mía? Me encantaría conocerla.




¡Nos leemos el miércoles!


¿Estás REALMENTE lista para publicar tu novela?

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1 comentario:

  1. ¿Por qué no se menciona el nombre de la persona a la que se entrevista?

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