lunes, 30 de abril de 2012

¿Muestra de escritura o manuscrito completo?


Cuando presentas tu novela a una editorial y el profesional revisa tu sinopsis y decide que la historia que describes le interesa, la primera pregunta que surge a continuación es:

  “¿Tiene esta autora la habilidad suficiente para narrar su historia?”

 Y, por supuesto, querrá leer una muestra de tu escritura para averiguarlo.

 Aquí se nos presenta una disyuntiva:

 ¿Debemos enviar el manuscrito completo o solo algunos capítulos de muestra?

 La mayoría de editoriales aceptan las dos posibilidades, pero ¿qué nos conviene hacer para tener la mejor oportunidad de causar una buena impresión en el editor?

 Analicemos brevemente las dos opciones: 

Enviar el manuscrito completo es la alternativa más popular.  Pero, ¿es una buena opción? 

Veamos...

 Hemos enviado un manuscrito no solicitado y aún no tenemos un nombre como autoras, por tanto el editor asignará un tiempo limitado para dedicarse a nuestro manuscrito. Al disponer del texto completo, lo más probable es que lo sobrevuele, yendo de una parte a la otra, según aquello que llame su atención (leerá quizás los primeros párrafos del prólogo y luego hojeará el comienzo de otro capítulo, y probablemente después salte directamente al final del texto).

 Este modo particular de lectura se denomina “escanear un texto” y su característica es la falta de foco. Ante un manuscrito de más de 300 páginas, al editor no le queda más remedio que escanear el texto para hacerse una idea acerca de cómo escribes.

 Esta situación está muy lejos de ser ideal para nosotras, porque el resultado de una lectura sin foco suele ser una lectura distante en la que el lector no puede “entrar” en el texto.

 En cambio, enviar solo una muestra del manuscrito puede resultar en una exposición más adecuada de nuestra forma de escribir. Al poner frente al editor un fragmento de la obra de poca extensión, le facilitamos su tarea y propiciamos dos modos de lectura muy favorables para nosotras:

  1. una lectura completa de la muestra de escritura

  2. una lectura guiada de nuestra obra Un documento de veinte páginas se puede leer completo en pocos minutos.

El editor está mejor predispuesto a revisar en profundidad la muestra de escritura cuando puede medir en minutos el tiempo que le tomará leerla.

 Una lectura completa facilita que el lector pueda entrar en el texto y reaccionar emocionalmente ante la historia y los personajes. Con esto logramos que el editor no solo revise y analice nuestro texto, sino que experimente nuestra historia.  La gran ventaja que este enfoque nos da es poder guiar la primera lectura que hará el editor de nuestro manuscrito y, por lo tanto, controlar la primera impresión que éste reciba del texto.

 Al hacer un recorte de nuestra novela, limitamos las opciones de lectura que tendrá el editor. Nos aseguramos de que ya no pueda ir azarosamente de una parte a la otra del texto. Lo obligamos a enfocar su atención en una lectura lineal (lo opuesto a una lectura “escaneada”).

 De este modo tendremos la oportunidad de que el editor lea lo mejor de nosotros y que lo haga sin distracciones, favoreciendo una inmersión profunda en el texto.  ¿Crees que este beneficio también lo tendría aquella autora que envía su manuscrito directamente a la pila indiferenciada de originales que esperan una evaluación?

 En Fórmula Escribe Romántica te muestro, entre otras cosas, cómo crear una muestra de escritura y cómo organizar los diferentes elementos del texto para obtener resultados exitosos.

 Espero que esta lección te haya dado nuevas ideas para realizar una presentación editorial de tu novela más efectiva.

¿Estás REALMENTE lista para publicar tu novela?

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