lunes, 31 de octubre de 2011

Inspiración y Rutinas de Escritura | ENTREVISTA ESCRIBE ROMANTICA

¿Tienes una rutina para escribir o prefieres esperar a que llegue la inspiración? En caso de que tengas una rutina ¿en qué consiste? En caso de que esperes a que llegue la inspiración, ¿realizas alguna actividad especial para facilitar estos momentos de inspiración?





ANDREA MILANO (37)

Suelo escribir por las tardes, al día siguiente a la mañana, reviso lo escrito el día anterior, esa es mi rutina. Si me llega la inspiración en otro momento, siempre llevo una libreta para hacer anotaciones. Pocas veces escribo de noche, salvo que tenga un manuscrito que entregar y ande muy apretada con la fecha. Tengo que escribir en silencio, la música me distrae, aunque sea instrumental, siempre termino tarareándola y pierdo la concentración.


ARKEN BARRANTES (27)

Me gusta pensar y pensar. Las historias se casan, tienen hijos y esos hijos a veces se suicidan para volver a sus padres. Generalmente nacen en voz alta: “Amor (a mi esposo), ¿que te parecería si escribo sobre un hombre atormentado en su infierno personal porque vendió su alma al diablo para escribir una gran obra?” Lo que generalmente es seguido por “¿Qué?” Y “repítamelo mas despacio por favor” :)


Mª DOLORES DOMINGUEZ CASTAÑO (39)

Escribo siempre que puedo, con o sin inspiración. Escribo en cualquier ocasión que puedo, basta un momento de soledad. Suelo llevar un cuaderno en el bolso y un lápiz. Mi manía es que siempre escribo en lápiz, no soporto los bolígrafos. Si estoy en casa, escribo en un portatil de 10”.
La inspiración, música de Ricardo Arjona.

DANIELA (14)

Inspiración, tiempo y ganas...

Escuchar música, sentarme a visualizar la escena que quiero redactar, las voces, los personajes... el ambiente... en fin, lo imagino todo antes de sentarme a teclear.


ANNA KARINE (26)

No tengo rutinas a la hora de escribir, si hay alguna es por razones forzadas: trabajo todas las mañanas y la mayoría de las tardes, de modo que en la semana me resta muy poco tiempo para escribir. No puedo hacerlo sabiendo que en una hora o dos tendré que abandonar la escritura para cumplir obligaciones, porque mi mente se encuentra presionada. Por otra parte, lo mejor que escribo siempre sale al menos una o dos horas después de estar escribiendo, de modo que casi siempre reescribo todo eso que escribí en esa una o dos horas anteriores, cuando ya estoy en pleno proceso de creación. Lo otro es como el precalentamiento, así que, si pienso escribir en un rato libre muy breve, será para tirar todo a la basura, y así, ni sentido tiene.
La mayoría de los días estoy «inspirada», porque paso el tiempo pensando en la historia que estoy elaborando o en otras que se me vienen a la mente. Cualquier situación de la realidad me despierta la imaginación: música, libros, películas, hechos observables en la vida cotidiana, gente que veo por la calle… incluso me he quedado mirando a personas desconocidas que se habrán pensado que estoy loca jajaja, pero suelo estudiar mucho a la gente: sus movimientos, sus gestos, sus razones implícitas para cada conducta.


SIANNY (24)

Una de las actividades que facilitan mi inspiración es practicar atletismo. Cuando ejercito mi cuerpo mi mente lo hace también. Ah! Se me olvidaba comentarles que necesito correr con música (es otra de mis manías). Mi ipod tiene un verdadero coctel de ritmos, así que no es de extrañar que cuando corro vaya moviendo las caderas.
Cuando escribo puedo hacerlo con música o sin ella, pero necesito desconectar el internet que es mi mayor distracción.
Los fines de semana son mis días ideales para escribir.


HELENA PEREZ-MEJIAS (36)

Trato que sea rutina o más bien disciplina. Trato de sentarme diariamente a escribir. Si siento que no puedo escribir porque no estoy inspirada, corrijo o trato de desarrollar el perfil de los personajes, la ambientación o los personajes secundarios.


ISABEL CRISTINA ACUÑA (47)

Sí. Tengo una rutina, es la siguiente: Me levantó a las 5:30 de la mañana, preparo mi café, el desayuno para mi familia, y me siento en el computador alrededor de las 6:30 hasta las 9:30, todos los días de forma religiosa. En las tardes vuelvo y tomo el computador alrededor de dos horas.
Si no me llega la inspiración, trabajo en algún relato o micro relato.


JONAIRA CAMPAGNUOLO (33)

La inspiración me llega espontáneamente, soy una experta “soñadora despierta”, cada vez que puedo dejar a mi mente divagar (ya sea cocinando, limpiando, trabajando o atendiendo a mis hijos) explotan ideas maravillosas. Aunque hay momentos en que logro quedarme tranquila, puede ser recostada en mi cama, cuando la casa está calmada, no hay muchos ruidos que me distraigan, ni obligaciones que capturen mi atención, entonces puedo dedicar algunos minutos a pensar sobre alguna idea, dándole cientos de vueltas en mi cabeza, buscando caminos y evaluando posibilidades, hasta que logro encontrar un argumento atrapante que poco a poco voy desarrollando en una historia.


EUGENIA SANCHEZ (26)

Si me pongo a pensar mucho en lo que quisiera escribir, sé que termino dejándolo para mañana. Así que mi única actividad rutinaria, o al menos una que pretendo convertir en hábito, es sentarme ante una hoja en blanco y contar cada vez lo justo y necesario, sin forzar el texto. Me gusta escribir en silencio, o con música a bastante volumen y siempre escribo por la noche, al menos sin hacer grandes pausas, ya que es menos probable que me distraiga. Cuando la inspiración no viene, comienzo a hacer escritura automática, a ver si surge algo.


MARCOS LLEMES (18)

No tengo una rutina, me es imposible marcar una hora y un momento del día para escribir. A lo único que estoy aferrado es a ser honesto a “ese” ser que envía ideas, historias, escenas; no importa si es al mediodía, en la cena o mientras estoy durmiendo, si la inspiración llega, entonces hay que actuar, ya sea anotando lo que “se está recibiendo” en un cuaderno (SIEMPRE duermo con un cuaderno de apuntes, porque es normal despertarme con una idea en medio de la noche), o simplemente abrir tu archivo en Word y continuar tu historia.


Mª JOSE (19)

No tengo ninguna rutina preestablecida para escribir, más bien diría que espero a que me llegue la inspiración. A veces resulta muy frustrante ponerte delante del ordenador, con tu novela y que no se te ocurra nada interesante con lo que proseguir tu novela. Lo que suelo hacer es, en esos momentos en que nada tienes que hacer pensar en mi novela, en los diálogos que quiero poner y, cuando los pienso y creo que son buenos es entonces cuando lo escribo.


STEFANIA GIL (30)

Cuando escribí mi primera historia, hablar de rutinas, era impensable. Siempre he huido de las rutinas, esa palabra es o mejor dicho era, sinónimo de obligación. Así que escribía cuando me llegaba la inspiración, cosa que no era muy productiva porque perdía la secuencia de la historia y eso me llevaba a cometer muchos errores en el proceso. Hoy en día, luego de haberla terminado y de iniciar otros proyectos en la escritura, me he dado cuenta que el ejercicio constante me da mejor fluidez en las palabras y por ende en las ideas. Decidí no llamarlo rutina, decidí llamarlo “hacer lo que me gusta” y visto de ese modo, lo convertí en una necesidad de escribir todos los días un poco.


YOREDI DURAN (29)

La inspiración existe, pero yo no me siento a esperarla. La llamo y si no aparece la voy a buscar y la traigo a rastras. La mayor parte de mi trabajo surge frente a la computadora; hasta que no me siento no surgen las ideas y a veces necesito mucha paciencia y jugar con mis ideas durante horas (siempre delante del computador) para que estas fluyan. Es cierto, la musa puede aparecer en cualquier momento pero no podemos fiarnos de ella siempre, hay que combinarla con trabajo duro. La creatividad no es una bala perdida; ésta también se puede trabajar.


CRISTINA PEREYRA (39)

Escribo después de la cena, todos los días (aunque sea solo una frase, es todos los días). A veces en los fines de semana o en las vacaciones, escribo durante el día también, pero no es común. Suelo hacer una selección de canciones que me hagan pensar en los protagonistas y en la historia que estoy escribiendo, pues me gusta escribir escuchando musica. Cuando la música no es lo suficiente para llamar a la inspiración, navegar en internet buscando cosas relacionadas a la historia suele dar resultado.


AGUSTINA (23)

No tengo una rutina para escribir, pero es por mi manera particular de crear mis historias. Cuando me siento a redactar ya tengo la trama de la historia resuelta hasta el último detalle. Desarrollar una historia con todos sus vericuetos puede tomarme unos cuantos meses, pero a menudo puedo escribirla en menos de una semana de jornadas intensivas de ocho, diez y doce horas diarias. Casi siempre espero las vacaciones para sentarme a escribir.


ROMINA (17)

Escribo mucho todos los días, pero borro la mitad de lo que escribo. He notado que cuando estoy contenta y tranquila se me ocurren las mejores ideas. Los viernes y sábados son mis días preferidos para escribir.


CARMEN (52)

Mi rutina es escribir al menos una página todos los días. A veces me cuesta un gran esfuerzo sentarme a escribir teniendo aún tantos libros maravillosos por leer en mi biblioteca, pero me obligo a hacerlo porque escribir me llena de energía y me hace muy bien airear las historias y personajes que pueblan mi cabeza.

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1 comentario:

  1. Últimamente escribo por las mañanas,he retomado la bella costumbre de escribir llevando varios blogs. Escribo por las mañanas mientras el peque está en la guarde si no imposible.
    De resto llevo un cuaderno y un lápiz siempre cerca donde anoto temas e ideas.

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