lunes, 26 de abril de 2010

Larissa Ione — Entrevista

Larissa Ione es autora de la serie Demonica, cuyo argumento se centra en un hospital a lo ER pero del submundo, atestado de demonios, licántropos y vampiros. Además ella misma es un personaje muy particular. Veterana de la Fuerza Aérea estadounidense, fanática de Dungeons & Dragons, Star Trek y Buffy, en esta entrevista habla acerca de su nomadismo y de la importancia de las descripciones en las novelas.
Sabemos que llevas un estilo de vida nómada. ¿Cómo afecta ello a tu escritura? En promedio, mi familia y yo nos mudamos de lugar cada dos años. No nos gusta estar en un lugar fijo por mucho tiempo. El período más breve ha sido de cinco meses y el más largo de tres años. Pasamos mucho tiempo yendo de un sitio a otro. De modo que tuve que aprender a ser flexible. Escribo dondequiera que me encuentre. Por supuesto, siempre llevo mi laptop encima. Ecstasy Unveiled, por ejemplo, fue escrito en un viaje desde Virginia a Wisconsin. La verdadera dificultad está en cumplir con los plazos de entrega. Afortunadamente, mi editor es un santo y tiene mucha consideración por mí. Él sabe que, dado mi estilo de vida, incluso el mal tiempo puede interferir en mi escritura. Sin embargo, cuando se acerca la fecha de una entrega, me dedico a escribir 24/7. Puede decírtelo mi hijo, que ha tenido que aprender a usar el abrelatas y el horno a microondas desde muy pequeño. Debe de ser muy difícil concentrarse con tanto ir y venir. ¿Entras fácilmente en el clima de escritura o necesitas tiempo para calentar motores? Definitivamente necesito tiempo para entrar en un estado que me permita escribir. Y cuando, por algún motivo, no puedo escribir durante un tiempo, luego me cuesta recuperar ese estado. Soy una persona muy visual, por eso al principio veo puras imágenes, como en una película. Luego, al escribir, comienzan a perfilarse los detalles. Cuando escribo para la serie Demonica, siempre tengo delante de mí el mapa del hospital donde transcurre la acción. Necesito saber exactamente cuántos pasos debería dar un personaje para ir, por ejemplo, desde el hall de entrada hasta el departamento de emergencias. Tus escenas sexuales son muy fogosas. ¿Es quizás una consecuencia de la naturaleza salvaje de tus personajes? ¿O lo consideras una característica de tu estilo de escritura? Es parte de mi estilo, yo soy así. Crecí en una granja, pasé un tiempo en la milicia, mi esposo es marinero. No tengo problemas en llamar a las cosas por su nombre. Sencillamente escribo lo que me gusta leer. Si a mí me resulta atractivo leer una buena escena de sexo, a mucha otra gente le debe de suceder otro tanto.
¿Crees que en una novela es mejor describirlo todo, o prefieres dejar que la imaginación del lector se ocupe de los detalles? Cualquier cosa que escriba, tiene que venir a mí naturalmente. No lo puedo forzar. Cuando escribo sobre mis personajes, prefiero ser poco detallista en cuanto a sus descripciones físicas. Cada lector posee un ideal de belleza particular. Mi deseo es que puedas imaginar a mis personajes con plena libertad. No obstante, cuando se trata de describir ambientes, me interesa dar todos los detalles posibles. Si estoy leyendo algo sobre Australia, no quisiera que el autor solo mencionase la palabra “Australia”, esperando que yo imagine el resto. ¿Qué sucede con el lector que nunca haya estado en Austrialia? Si de algún modo aparece Australia en el libro que estoy leyendo, debería ser capaz de oler el aire tibio al bajar del avión, rasparme las piernas entre los arbustos, sentir la presencia de los animales… Y esa tarea es parte del trabajo del autor, ¡no puede renunciar a ella! ¿Tienes algún consejo para quien desee dedicarse a escribir romance paranormal o fantasía? Lo que suelo aconsejar a los jóvenes escritores es que no sean tímidos al crear su propio mundo. Cuando escribes fantasía, es necesario que creas firmemente en el mundo que construyes. Si piensas escribir sobre demonios, tienes que saber de qué se alimentan, cómo duermen, si se rasuran a diario o son lampiños. En cada frase que escribas, debes demostrar tu fe inquebrantable en el mundo que has creado. Recursos: Blog de Larissa Ione