Por Helena
La calidad nunca es un accidente; siempre es el resultado de un esfuerzo de la inteligencia. John Ruskin
Ayer hablando con una colega escritora tocamos el tema de la auto-edición. Decíamos que era un trabajo muy fuerte, que tu tarea no solo es escribir, es corregir, editar, maquetar, publicar y promocionar.
Es el trabajo de un grupo de profesionales en uno solo, que es el escritor.
Uno de los puntos positivos cuando un escritor es aceptado por una editorial es la cantidad de trabajo que se “ahorra”, ya que no tendrá que hacer la mitad de lo antes mencionado. También por eso la editorial le paga al autor un porcentaje que muchos considera que es muy poco pero si se analiza bien, le es están quitando mucho trabajo además de ahorrarle tiempo a este.
Cuando un autor tiene que hacer todo el trabajo entiende porque las editoriales se toman gran parte de las ganancias de la venta de su libro.
Así que las ganancias en dinero de un autor auto-editado que puede tener el doble y el triple de ganancias que un autor de editorial, se ve mermada por la cantidad de tiempo y esfuerzo necesitados para este trabajo.
Ahora bien para un autor auto publicado es imprescindible –además do todo lo anterior–, que su trabajo sea de calidad, no solo en contenido sino en imagen.
Cuando tomamos la decisión de auto publicar nuestro trabajo, estamos tomando la responsabilidad de competir con el mercado editorial, en calidad y en imagen.
Y esto, es indispensable.
No solo la calidad de la imagen de la portada además de la armonía de sus elementos (colore, tipografía, efectos, temática), tienen que ser impecables sino también su estructura. Encuadernación, maquetación, corte. Estas tiene que tener la calidad de un libro de editorial.
Si tomaste la decisión de retar al sistema, pues tu trabajo debe ser mejor e igual que el sistema en contenido y presentación.
Piensa que en tu trabajo está el nombre de todos los autores auto-editados del mundo. No es broma. ¿Qué sucede si una lectora se le ocurre tomar tu libro y ver que tiene una presentación de baja calidad? (mala impresión, alineación descuadrada, malos cortes en las paginas) ¿Qué crees que puede pensar? Te doy una idea, puede pensar “Si este es el trabajo de esta autora auto-editada, los demás deben ser igual”.
La gente dirá que no se debe juzgar a los demás por el trabajo de uno solo, pero lamentablemente este mundo –y en especial el editorial–, es así de cruel y más.
Yo cuido tanto los errores de imagen como los errores ortográficos, porque hasta a la editorial más famosa se le ha escapado un acento o una letra mal puesta, mucho más a un autora que hace todo él mismo. Pero lo que es casi imperdonable es que tu portada tenga una imagen de mala calidad o esté impresa pobremente.
Repito si vas a luchar contra el sistema tienes que ser mejor.
Mi único consejo, y el que les puedo dar como escritora, diseñadora y lectora es que busquen asesoría. No se conformen con ver su libro en físico. Puedo entender que es una emoción de las más grandes pero sean exigentes con su trabajo, recuerden que él es el que les dará el nombre y el reconocimiento.
No acepten un que dentro de los cumplidos que les puedan dar por su escrutara haya un pero. “Es muy buena la historia pero la portada está mal impresa”, “Me emocionó la historia pero no se entendían el título”. “Es una novela maravillosa pero las hojas están mal cortadas”.
Todo eso es su responsabilidad, así como lo es la mía.
Y como lección de vida: sean exigentes, no se conformen con lo que hay, pidan más, busquen más, apunten a lo más alto y verán los frutos.
Un abrazo y nos leemos pronto.
@HMH_Escritora
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¡Qué tema!
ResponderEliminarMuy pero muy interesante.
Sin embargo; pregunto: ¿si es con editorial entonces no importa si el CONTENIDO (no el formato del libro ni el diseño ni la carátula) no es de calidad?
Y he constatado, muy a mi pesar y a pesar de todos los que amamos el escribir, los que escribimos y consideramos nuestra escritura como un COMPROMISO ineludible con el arte y con el mundo, que las editoriales no promocionan precisamente productos de calidad literaria. Y cuando hablo de calidad literaria, me refiero a tener bastantes nociones y/o estudios. Manejar el lenguaje correctamente, es lo mínimo. Pero ahí no termina la cosa, porque una prosa también tiene su "ritmo" y su "música". Además, las historias planas, que dan todo por sentado, a menos que nos estemos refiriendo a documentales o novelas históricas en las cuales hay que ser muy preciso, no son de calidad. Puesto que hay que esmerarse, no sólo es necesario ser cero falta (porque eso lo corrige el word), sino que hay que ser un poco poeta, un poco "músico de las letras". Además, algo que me parece imprescindible es que antes de escribir uno tiene que haber leído. Pero no poco. Tiene que haber leído mucho. A los referentes. Porque como en la pintura, la literatura de un ser humano tiene un ESTILO, al menos eso hablaría de su calidad, un estilo personal, único e inconfundible, llegado al punto de tapar su nombre, leer su prosa y deducir a quien corresponde. Sin embargo hoy, las editoriales poco apuntan a estas minucias, yo estoy espantada. Para escribir cualquier cosa, lo primero que hay que tener en cuenta es el "Decálogo del Buen cuentista", de Horacio Quiroga. Para una novela, yo considero que no es suficiente la definición de los personajes, últimamente las hay que los personajes están como "colgados", no están ubicados en ningún contexto histórico ni socila real, (si lo están algunos en contextos de los teleteatros que tanto hemos criticado, todos lindos, todos con dinero, no hay problemas, etc). No sé si será que cada vez se le da menos valor a todo, pero si tengo clarísimo que una editorial lo último que va a mirar es si tu obra es de calidad. Primero, estudia si su obra puede vender. No importa que sea una porquería. La mayoría de las novelas de horrenda calidad que veo en el mercado editorial, no tienen una investigación atrás, no tienen un trabajo "tras bambalinas".
Es por eso que al menos yo, que soy una fehaciente creyente en una literatura de calidad y por sobre todo de compromiso con el mundo, me he decidido por la autopublicación.
El camino es muy complicado. Como dice el artículo, uno es su propio editor, su propio diseñador, si propio todo.
Pero, aún a pesar de presentar un producto de calidad de diseño, he constatado que si no hay editorial detrás, es como que uno no existe.
Sin embargo, jamás me sometería, o mejor dicho, no me vendería a escribir lo que vende, si se me perdona la redundancia, porque entonces, uno abandona escribir lo que quiere y los sustituye escribiendo lo que quieren otros.
Y ahí, se pierde toda la escencia, se pierde TODO como artista, y se pierde todo COMPROMISO.
También sería fatuo emprender una cruzada en contra de las editoriales porque los dueños del dinero son los dueños del mundo, y lamentablemente, como siempre ha sido toda la vida, primero está el NEGOCIO.
Por eso, es que cuando uno es artista apasionado y comprometido la sufre bastante.
Por un lado se indigna, ante quienes surgen de la nada escribiendo nada, y vendiendo millones.
Pero este es el mundo en que vivimos.
Si queremos ganar dinero, entonces tenemos que renunciar a la calidad.
Por esto en mi caso, elijo la autopublicación, y al menos soy fiel a mi misma y a mi compromiso de artista.
MUY BUEN ARTICULO!!!