lunes, 22 de julio de 2013

Muerte y vida: Una perspectiva diferente





 
La crisis es una oportunidad de engrasar las herramientas personales y demostrar de lo que somos capaces de hacer por cumplir nuestros objetivos.
Pero todo aspirante a escritor y los autores consagrados, inclusive, conocen lo difícil que es mantener un motivación constante para plasmar todas esas ideas que nuestro cerebro no deja de producir. Cansancio físico, agotamiento mental, problemas en el trabajo, en la familia, exámenes universitarios o enciendes el televisor y te encuentras con noticieros desalentadores cargados de catástrofes y desesperanza mundial, son algunos de los temas que inconscientemente nos perjudican y no nos permiten avanzar.
 
Como lo mencionamos en el artículo anterior, en Escribe Romántica nos encanta promover a todos los autores iberoamericanos, pero además queremos que cada uno de nuestros lectores (que también escriben) mantengan una estimulación positiva para que sigan  creando historias, nos ilusionen con un mundo mejor y expandan nuevos horizontes.
 
Aunque una vida sin exigencias ni retos terminan reduciendo las posibilidades de que una persona progrese, es en lo cotidiando donde somos más útiles y hoy, la poeta y motivadora Mariela Saravia, iniciará una nueva sección que tratará sobre 1) cómo lograr escribir un estilo narrativo con dosis poéticas y 2)  el crecimiento personal-espiritual, siendo este último, el artículo que les traemos el día de hoy.
 
 
Por Mariela Saravia
 
(Renacer, pruebas y pasar la página)
 
“Acepta la vida como lo que es: un ciclo infinito de principios y finales…“ Esteban Marín
 
Cuando alguien dice las palabras vida o muerte, todos pensamos en la muerte como un final aterrador, acompañado por un vacío desgarrador. En la vida, muchos pensamos como el principio de algo… De cierto modo estas dos pueden ser el principio y el final de la vida o de la existencia humana, pero es importante que le des una perspectiva diferente, para que puedas vivir mejor cada día.
 
La muerte en este caso, no es el fallecimiento del cuerpo ni el final de la vida, si no la muerte del espíritu antiguo y el renacer de uno nuevo… es como decir “He estado muerto en vida, pero ahora he despertado” Esto puede sonar un poco confuso y hasta descabellado, pero en la vida, es necesario morir para volver a nacer. Sea muerte etérea o espiritual (que es la que estamos hablando) o de forma física y mental cuando se abandona el mundo por una vida eterna.
 
Cuando se habla de morir espiritualmente, es ser capaz de despertar en vida, de conocer mejor el terreno que se pisa, percibir el mundo de otra manera (viendo con el alma y sintiendo con el cuerpo). No estamos hablando de “re-encarnación” dado que este artículo no es sobre “paganismo” si no espiritualidad. Así, cada vez que mueres y vuelves a vivir, provocas un renacer espiritual y aprendes a: dar gracias por todo cuanto tienes, disfrutas de la vida en el presente activo, desarrollas tu sabiduría y sensibilidad.
 
Las pruebas que pasamos, tienen mucha relación con estos dos enigmas (vida-muerte). Muchos creen que las pruebas son para maltratarnos, que son una forma de castigo físico y mental o que Dios y la vida se quieren desquitar con nosotros, pero en realidad son un pasaje a otro nivel. “Cuando dices: No más pruebas, estás diciendo: No más crecimiento” y como siempre digo: La vida es un juego, si no pasas el primer nivel, no puedes llegar al otro y menos al siguiente. Entonces digamos que: “las pruebas son el puente necesario, para alcanzar tu misión en la vida y ver en realidad lo que llevas dentro”
 
La vida no solo es el principio de algo, si no también es empezar con algo nuevo. Un capítulo del libro que lees, de uno que escribes o simplemente del mismo que todos creamos en nuestra vida… cada vez que terminas un capítulo de un libro, lo primero que haces es “pasar la página” porque quieres saber que va a pasar más adentrado el libro. Lo haces de forma directa e inconsciente, entonces, porqué con tu propia vida, te cuestionas tanto si pasas la página o si la vuelves a leer y a re-leer.
 
“Pasar la página” significa, dejar atrás personas, sentimientos, situaciones del pasado para iniciar un camino nuevo enfocado en el presente. Muchas veces, el decir adiós al pasado y poder soltarnos de él, exige un gran esfuerzo. Es difícil entender que aquella persona ya no está, que aquel amigo ya se fue, que aquel amor no era para ti. Es poder ver la vida y la muerte como ciclos. Como ciclos espirituales o ciclos naturales.
 
Es cierto que soltar, dejar ir o renunciar, nos produce una sensación de nostalgia o tristeza, pero pese a que siempre da algo de miedo comenzar una nueva etapa, es bueno hacerlo con todo el entusiasmo y el optimismo posible, con la confianza en nosotros y en la vida de que sucederá siempre lo mejor.


 
GOTAS DE SERENIDAD
 

Calles húmedas de lágrimas celestiales,
empeñan los ojos de los ángeles,
que te miran desde arriba…
 
Nubes oscuras sin aroma ni color,
rayos de luz provienen de un lugar lejano,
más no del sol…
 
Las rosas se embellecen por el rocío…
Los ríos se empoderan por el sereno…
Las nubes se liberan del peso húmedo…
Más tú alma, se regocija con el agua
que fluye y acaricia tus mejillas de porcelana…
 
Oh… gotas de serenidad,
Chispas tibias que los mismos ángeles,
derraman para limpiar el dolor humano
más tus ojos fluyen, en el afluente
que tu alma oculta por toda la eternidad…

Mariela (Colibri)

 


Mariela nace en Costa Rica en 1988. Es bachiller en psicología holistica e imparte conferencias sobre poesia, espiritualidad y crecimiento personal. Mariela no se aferra a ninguna religión específica, si no a una ideología universal: AMOR AL PRÓJIMO y SERVICIO A DIOS.  
Cuenta con varios libros publicados, puedes encontrarlos en: Blog: http://jardinlitera.blogspot.com/.B
Facebook: https://www.facebook.com/pages/Mariela-Saravia/168468326634349





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