miércoles, 28 de septiembre de 2011

La música y la escritura, en la misma frecuencia


Por Helena Pérez-Mejías

La música es el corazón de la vida. Por ella habla el amor; sin ella no hay bien posible y con ella todo es hermoso.
Franz Liszt


Creo en la música como algunas personas creen en los cuentos de hadas.
August Rush (De la película August Rush)



Esta semana coloco dos frases célebres porque esta entrada es muy especial para mí.

Si me pidieran que enumerara tres cosas sin las que no puedo vivir ni un día, diría: aire, agua y música.

La música es una parte esencial en mi vida.

Si estoy feliz, escucho música. Si estoy triste, escucho música, si estoy estresada o nerviosa, escucho música. La música me relaja.

Por supuesto, para escribir también necesito música. No puedo escribir sin ella. La música me inspira. Después de leer, la música es mi segunda afición. Colecciono música de todos lados.

Mi proceso creativo en la escritura está estrechamente ligado a la música. Escucho una canción y puedo fácilmente imaginarme la escena. La música alimenta mi imaginación. Hace que vaya aún más lejos en mi fantasía.

Siempre, pero siempre que escucho una canción que me gusta, sea por primera vez o por milésima vez, puedo imaginarme claramente una escena. Dos personas caminando a lo largo de un boulevard tomados de la mano o una mujer llorando desconsolada. Puede ser una escena de acción o una escena de amor.

La música está llena de inspiración, de ideas. Cuando siento que no tengo “ideas” para escribir, busco música nueva. Lo que está de moda o música vieja. Rock o clásica. La música está llena de ideas. Cuando sientas que estás baj@ de ideas, solo escucha música. Siéntela, analízala. Piensa en qué situación se escucharía tal o cual canción. Y ¡puf! se te vendrán mil ideas y escenas a la cabeza.

Durante mi proceso de escritura de Café y Martinis, tuve tres bandas pegadas: The Killer, Keane y Muse. No tienen idea la cantidad de ideas que surgieron de su música. Las escenas divertidas, las tristes, las intensas. Todo salió de la música que escuchaba.

Personalmente, muchos de los momentos importantes de mi vida los asocio con música. Épocas felices de mi vida las rememoro con música. Esto me lleva a una lección de vida: Si estás triste escucha música, verás que la vida es más hermosa con melodía.

La música es tan importante para mí que al final de mi libro hice un playlist. No solo de canciones que escuchaba en el momento, sino de canciones que se adaptan perfectamente a ciertas escenas. De hecho hay escenas que ideé cuando escuché algunas de esas canciones por primera vez.

Igualmente conozco personas que no pueden escribir con música de fondo, de hecho, tienen que hacerlo en total y absoluto silencio. Eso lo respeto. Pero siempre recomiendo escuchar música, si no lo puedes hacer cuando estás escribiendo, hazlo en cualquier otro momento. El proceso de escritura no empieza ni acaba sentándose a escribir. El proceso de escritura es continuo. Está presente en cada momento de tu día, solo que se hace realidad cuando se plasma. Pero la escritura en papel es solo una parte del proceso de “escribir”.

La vida está llena de música, cada elemento de la naturaleza tiene un sonido, una armonía, una frecuencia y un ritmo, eso es música.

Escribir es igual, una obra hermosa tiene que tener una armonía, una frecuencia y un ritmo. Eso es lo que hace una obra perfecta. Al igual que la música.

Según Wikipedia la música es el arte de organizar sensible y lógicamente una combinación coherente de sonidos y silencios utilizando los principios fundamentales de la melodía, la armonía y el ritmo, mediante la intervención de complejos procesos psicoanímicos.

Exactamente lo mismo sucede con la escritura. Combinas sensible y lógicamente palabras y espacios, con armonía y ritmo mediante la intervención de complejos procesos psicoanímicos.

Para mí la música y los libros son inspiración, son alegría en los tiempos de tristeza. Son compañía en los tiempos de soledad. La música, al igual que la lectura y la escritura, es infinita. No tiene principio ni fin, y siempre estará ahí para hacerte feliz.

Un abrazo

Nos leemos la semana próxima semana.

Si el artículo te ha gustado ayúdanos a difundirlo en Facebook presionando el botón ME GUSTA!

4 comentarios:

  1. Del mismo modo que lo es la comida, la música que escuchan los personajes de mis novelas considero que es un dato histórico fundamental para conocer más a fondo la época en que transcurre la acción. Por eso, hasta ahora siempre he incluido canciones en ellas (un par como mínimo) y siempre partituras reales de la época. Un abrazo y feliz escritura.

    ResponderEliminar
  2. A mí, la música, me transporta a otros tiempos y momentos. Me alegra, me relaja y me inspira.
    No podría vivir sin la música, en casa, en el auto, estando sola o acompañada.
    Uno de los momentos en los que no me puede faltar la música es mientras cocino. Siento que todo me sale más rico.
    También creo que algunas escenas, en los libros, la música les da un toque cinematográfico.
    Besos a todas !!

    ResponderEliminar
  3. Es así Olivia,mis personajes escuchan música y ubicam al lector en tiempo y espacio además, como dice Furieta les da un toque cinematográfico a los libros.
    Yp personalmente no piedo vivir sin música, no importa mi estado de ánimo la música siempre me acompaña.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  4. Coincidimos en casi todo, el casi es porque en mi caso no me concentro cuando escribo con música. Pero igual que tú no puedo vivir sin ella, me acompaña en todos los estados de ánimo. Y me está ayudando mucho con la novela que estoy escribiendo, tengo una lista que la nombré "Canciones inspiradoras", y de una de ellas saqué el título que le dí a la historia. Creo que es un buen método, que seguiré utilizando. Besos.

    ResponderEliminar