Pamela nos descubre aquí algunos de sus hábitos y manías de escritora.

Si no la conoces, puedes ir directamente a la primera parte de la entrevista.

¿Cúal es tu régimen de escritura? ¿Escribes todos los días? ¿Cúantas horas? Mi día de escritura es un día muy largo. Comienza a las diez de la mañana y no es raro que trabaje durante once o doce horas. Pero atención, no estoy diciendo que escriba continuamente durante todas esas horas. Quizás escriba durante dos horas y luego me levante a hacer la comida o a vaciar el lavarropas. O simplemente busco distracciones. Aunque no puedo evitar que mi cabeza continúe haciendo planes para la siguiente escena. Escribir es un trabajo integral que no se acaba cuando sueltas el lápiz o apagas el ordenador. ¿Eres una suerte de mujer orquesta que puede concentrarse en varias tareas a la vez? En absoluto. Mi problema es que me cuestan las transiciones. Por ejemplo, si estoy trabajando en una novela, es imposible para mí hacer una pausa para escribir algo en mi blog o para actualizar mi website. Aunque sigue siendo escribir, pareciera requerir dos funciones distintas de mi cerebro. De manera que antes de comenzar mi día, me mentalizo: “Hoy debo olvidarme completamente del libro y concentrarme en arreglar mis asuntos de negocios”. ¿Prefieres el ordenador o el viejo anotador de papel? ¡Soy totalmente dependiente de mi laptop! Simplemente no puedo escribir sin ella. Si solo estoy bosquejando el argumento, lo que hago es sentarme en el sofá de la sala familiar, justo enfrente de un gran ventanal que da al jardín trasero, y pongo cualquier disco de Jesse Cook. No sé si alguien aparte de mí conoce a Jesse Cook. Es un guitarrista de jazz extraordinario. Su música es instrumental y tiene unos aires new age muy apacibles. En cuanto suena, mi imaginación se dispara lejos. Si, en cambio, estoy escribiendo, me mudo al comedor, donde las ventanas dan a la calle, cargo mi ipod con discos de Keiko Matsui, que compone una música que resuena profundamente en mí, con un poder casi mágico para despertar emociones e inspirarme.