martes, 11 de diciembre de 2012

Cuando las palabras vienen solas



Crónicas de una Aspirante a Escritora
“Cuando las palabras vienen solas…”




“El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos.”  William Shakespeare.



Últimamente me han sucedido cosas “extrañas”. Uso las comillas porque no me refiero ni de forma remota a sucesos paranormales o cosas de ese tipo, sino que algo que se salió por completo de las cosas que habitualmente me sucedían.

Hace un par de meses hice una amistad realmente importante. 

Una persona que simplemente un día se cruzó en por mi camino (así como antes ya me había sucedido con otras personas) y que de inmediato trajo algo a mi vida. Esta persona es de esa clase que cree que todo en la vida sucede por algo, ni siquiera le llama destino, simplemente es algo que tenía que suceder; algo inevitable, un concepto que también me transmitió mi lectora ideal.

De cierta forma también tenía esa creencia, aunque de una forma no tan “abstracta” como ellos. Para un ser completamente racional como yo, es difícil de creer que de pronto existan cosas que uno no puede evitar. 

Hechos que están ahí esperando por ocurrir. 

Pero, empecé a creer… o mejor dicho ahora creo. Ahora que me han sucedido estas cosas “extrañas”.

Hace un par de días, leí que un buen escritor no es aquel que ha vendido más libros, sino que aquel que es capaz de emocionar aunque sea a una sola persona, con sus palabras.

Supongo que se preguntarán ¿cuál es la relación de todo esto?

Bajo este concepto, es probable que muchos de nosotros ya seamos buenos escritores. Tú eres buena escritora, y yo también lo soy. Y no es que esté alardeando de eso, por el contrario, me es difícil creer que algo de lo que escribo esté bien. Sé que aún tengo mucho que aprender, pero ya con el hecho de que alguien disfrute de lo que escribo, está bien. Y se siente de la misma forma. 

Siempre me gustó leer, y me emocionaba la forma en la que los escritores podían transportarnos a mundos inimaginables tan solo con sus palabras. Hace un tiempo que descubrí mis ganas de querer hacer lo mismo, pero supongo que en ese entonces no era el momento. 

Pero ahora siento que sí lo es…

Y eso es porque he encontrado personas a las que les interesa que continúe en esto. Personas que disfrutan de mis palabras, y no solo eso, sino que también que se emocionan y pueden sentir a través de lo que intento transmitir.

Ahora es el momento.

Y ahí vienen las cosas “extrañas” que me han sucedido. No son más que hechos que me han puesto a pensar que no importa si intentan detenerme. Todos venimos a este mundo con un propósito, quizás algunos se tarden más en encontrarlo, pero otros nos dimos cuenta en momentos específicos de nuestra vida, qué es lo que vinimos a hacer a este lugar.

Me encantaría saber ¿cómo se sienten con respecto a esto? ¿Creen que la escritura pueda transportarlos a ciertos destinos que quizá nunca antes imaginaron?

Somos dueños de lo que hacemos, pero quizás necesitamos una pequeña motivación para darnos cuenta lo que es realmente importante. Quizás necesitamos a alguien que nos diga que vamos por el camino correcto. 

Todos estamos aquí por algo, y yo quiero creer que ya encontré mi propósito.



Y ahora, con esto de que las palabras vienen solas, refiriéndome al título de mi entrada. Supongo que con lo escrito anteriormente, he estado un poco más receptiva en estos días. Y ayer tuve un sueño, que me gustaría compartir con ustedes en forma de relato, en mi blog. 

¡Espero sus comentarios ahí también!



¡Que tengan una buena semana!



Connie S. Black
Aspirante a Escritora
Sitio Web: Connie S. Black

Mi Facebook Mi Twitter Mi Google+ Envíame un mensaje



Si te suscribes HOY a nuestro blog, en los próximos minutos recibirás TRES SECRETOS PARA MEJORAR TU NOVELA... y un regalo sorpresa!!! Todo absolutamente GRATIS.

2 comentarios:

  1. Pfff, ni te imaginas las cosas que me han pasado desde que he decidido escribir. Muchas casualidades y gente que he ido conociendo que me han aportado muchisimo. Así que sí, yo también creo que tienes que perseguir los sueños.


    Un besote Connie

    ResponderEliminar
  2. Creo que tenemos una forma de pensar diferente :)
    Yo no creo para nada en el destino, ni en religiones soy una incrédula, solo creo en las personas que me demuestran que puedo creer en ellas y en mí y sé que tanto ellas como yo podemos cambiar mi vida, nada esta escrito, todo está por construir. Esa es mi manera de pensar, aunque la tuya es igual de respetable.

    *Laura*

    ResponderEliminar